jueves, febrero 15, 2007

Médicos, mimos y belleza

Siguiendo con mis visitas a los médicos, he ido a un par de médicos tradicionales para hacerme controles de rutina (nota para mí: aún falta el oculista), y hoy fui a un médico homeópatico para ver si puede ayudarme con mi alergia. Sí, esa que todos conocen que hace que estornude mucho apenas pasa una brisa de aire :-D
La homeopatía a la que fuí tiene 56 años y el médico parecía tener más o menos los mismos.
La consulta fue amena, como una charla dónde me preguntaba por mi estilo de vida y costumbres, además de mis antecedentes médicos. Es la primera vez que contesto que sí a la mayoría de las preguntas de un médico (soy bien sanita y éste médico justo preguntó por las pocas cosas que he tenido). Al final salí de allí con una combinación de gotitas para tomar dos veces al día... y en un mes veré cómo me va con este tratamiento.

El año pasado un amigo me regaló un vale para un centro estético, uno de esos lugares de cremas y demás que nunca visité. Con la locura que tuve, recién ahora lo pude utilizar... y cuál fue mi sopresa cuando al llegar el centro era un laboratorio.
El tratamiento resultó ser una "limpieza de piel" (sic) lo que yo tenía por "limpieza de cutis". Recostada en una camilla, sin los lentes y con los ojos cerrados me aplicaron:
- una primera crema de limpieza (y el algodón para retirarla)
- una crema con pequeñas pelotitas que parecía las del estilo "saquese los puntos negros"
- unos algodones húmedos que se movían a medida que me sacaban los puntos negros (y algunos granitos)
- una máscara de "limpieza profunda e hidratante". Al aplicarmela era húmeda y me taparon los ojos con un algodón húmedo. Esto me lo dejó unos 10 minutos (mientras la muchacha arreglaba sus vacaciones de carnaval por tel con una amiga y resolvían si llevaba el colchón inflable o usaban las cuchetas). Al retirarme la máscara se había secado bastante (al mejor estilo Arena y Portland).
- una crema hidratante suave.
Todo esto llevó un poco más de media hora y aprendí que tengo piel muy sensible y de tipo mixta. De allí me llevé además una "receta" con la indicación de los productos que tendría que comprar (de esta prestigiosa marca) si quisiera repetir ese tratamiento por mí misma.

Algo que me gusta mucho es que me hagan mimos, por ejemplo me gusta ir a la peluquería solamente a que me laven la cabeza (y siempre me salteo el secador). Así que la limpieza fue una experiencia muy linda y relajante (casi me duermo la siesta con la máscara), más allá de los efectos que puedan tener esa cantidad de cremas.

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